Impactante es la sobreiluminación en Valencia (Calle de
Àngel Guimerà). Demasiadas farolas, demasiado potentes, deslumbran al conductor y paradójicamente crean situaciones de poca visibilidad. Adicionalmente, su diseño tipo globo derrocha la mitad de su energía emitiéndola hacia el cielo. Ésto NO es bello.